1.- En primer lugar, es preciso dedicar tiempo a limpiar el pollo, retirando los restos de plumas y otras impurezas que pueda tener. A continuación, lo cortamos en trozos, con cuidado.

2.- Picamos en trozos grandes la cebolla y la zanahoria. Machaca la bayas de enebro.

3.- Ponemos el horno a precalentar a 180º.

4.- Pasamos todo a una cazuela grande. Primero, derretimos la mantequilla y agregamos el aceite a fuego alto, ¡verás qué sabor tan rico da a la comida! Después, añadimos las hojas de laurel, el enebro, la cebolla y la zanahoria.

5.- Una vez dorado el guiso, es hora de meter el pollo dentro de la cacerola. Para ello, lo hacemos por el lado de la piel para que se forme una buena costra. Subimos el fuego para que se dore bien.

6.- ¿Ya se ha formado la costra? Ahora solo tenemos que darle la vuelta al pollo para dorarlo unos minutos más por el lado de la carne. 

7.- Añadimos la cerveza y la sal.

8.- Una vez que ya está todo bien integrado, lo pasamos a un recipiente apto para horno y lo dejamos a 180º durante 40 minutos. ¡Recuerda ir dando la vuelta a la carne de vez en cuando!

Una vez listo, saca el pollo del horno, añade sal si es necesario, ¡y a disfrutar!